domingo, 4 de noviembre de 2012

Unidos por el fotolibro chileno


El Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV) posibilitó en su edición de 2012 el encuentro entre una buena parte de los editores de libros de fotografía en Chile. Entre los presentes estaban algunas de las editoriales con más tradición y otras más jóvenes pero con un gran número de títulos publicados, como LOM y Ocho Libros. También las de mediano tamaño y otras más pequeñas.
Fuimos invitados a participar, pese a nuestras minúsculas dimensiones, y aprovechamos la ocasión para intercambiar opiniones y visiones sobre una actividad fotoeditorial que goza, como la propia fotografía chilena, de gran empuje y efervescencia.Gran idea la de conversar respecto a una actividad que nos apasiona y en un marco tan fecundo.
El catalizador de la conversación fue Horacio Fernández, autor del imprescindible "El fotolibro latinoamericano", quien estimuló a adentrarse en los terrenos conceptuales con los que se elaboran los nuevos productos editoriales de caracter visual y a cuidar la calidad.
Entre su reflexiones, una inicial y clarificadora. Lo que diferenciaría a un libro de fotografías tradicional y un fotolibro es que el primero "se parece más a una colección de cuadros, puestos uno a continuación del otro", mientras que el segundo "vendría a ser una película".
Resulta muy interesante consensuar miradas sobre una actividad que precisa para su existencia de estrategias nuevas, que apunta a internacionalizarse y expandirse hacia nuevo público mediante el uso de la intenet. En la conversación volvieron a aparecer nuestros amigos de www.dalpine.com.
En la misma cita, Julieta Escardó, fotógrafa y apasionada activista del fotolibro en Argentina, narró con detalle su experiencia en las ferias que desde hace una década se celebran en el país vecino y otros de la región con gran éxito para los autores, los editores y, el eslabón más importante, el público. Esperemos que una iniciativa similar pueda realizarse muy pronto por estos lugares. Si así ocurre, participaremos con entusiasmo.
En las conversaciones de pasillo, que siempre son sabrosas, pudimos saber de una iniciativa de libros de bolsillo que pronto verá la luz de la mando de LOM. No dejan de ser buenas noticias. El incremento de la publicación de fotolibros y libros de fotografía goza de buena salud. Es tarea de los editores lograr productos de calidad que consigan remover a un público de número suficiente para garantizar nuevas publicaciones. Hay obra interesantísima de autores jóvenes y consagrados esperando ser publicada.
Hablando de novedades y de talento, a finales de la semana que comienza lanzaremos con toda probabilidad EL CUADERNO DE POTOSÍ de Tomás Munita en algún bar de Valparaíso, aprovechando la energía multiplicadora del FIFV. Permanezcan atentos porque están todos invitados.

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