miércoles, 31 de octubre de 2012

Haciendo las maletas para ver a SL en el FIFV

Chile tiene su cita grande con la fotografía en Valparaíso este 2012. El Festival Internacional de Fotografía de Fotografía (FIFV) se consolida en su tercer año de andadura con una gestión notable, encabezada por Rodrigo Gómez Rovira, en la que recursos limitados le dan despliegue a resultados increíbles con un esfuerzo gigante de imaginación y creatividad.
Sólo así, y con la sempiterna sabiduría lationamericana de ganarle a la precariedad, puede entenderse la calidad de los invitados internacionales que allá se dan cita. Antoine D'Agata, por citar sólo a uno, es un lujo del que saldrán beneficiados todos los fotógrafos chilenos. El festival tiene desde sus inicios un estándar internacional y se puede parar de tú a tú con otras grandes citas fotográficas mundiales. Ediciones La Visita estará por supuesto en el FIFV. Para empezar, con nuestros libros en la librería del Parque Cultural.
Con entusiasmo nos uniremos una vez más a la fiesta, a una celebración del espíritu lúdico que acompaña al acto fotográfcio. Fotografiar es un placer, jamás hay que olvidarlo. La figura central de este año será Sergio Larraín, homenajeado de diferentes formas. La principal para un fotógrafo: dando a conocer su obra en condiciones idóneas, reflexionando sobre su legado, tratando de acceder a su laberinto creativo.
Los de la maleta andamos ocupados con nuestro próximo lanzamiento: EL CUADERNO DE POTOSÍ de Tomás Munita, otro pequeño libro de la colección EL RECTÁNGULO, lleno de delicadeza y dolor. Resume en una escogidísima serie de catorce fotos el trabajo de largos años en Bolivia. El conjunto se acompaña con la reflexiones del propio autor. Y aquí hay un descubrimiento. Sabíamos ya de la calidad de Tomás como autor fotográfico. Ahora desubrimos además sus capacidades literarias. Los testimonios no solamente son desgarradores y crudos. También están escritos con belleza.
El comité editorial que trabajó con las fotos de Potosí estuvo compuesto por algunos habituales de estas páginas: Carla Möller, Miguel Ángel Larrea, Nicolás Wormull. El propio Tomás se involucró a fondo en todo el proceso. Lo justo ahora es celebrarlo. Al igual que en ocasiones anteriores, organizamos una preventa de cien ejemplares con foto firmada a un precio minúsculo. Estamos a punto de completar el centenar de reservas. Conseguir que cien personas se interesen por un fotolibro chileno es un acontecimiento cada vez más frecuente.
La generación de un público amplio y transversal, fotógrafos y no fotógrafos, posibilitará el éxito de muchas otras iniciativas como ésta que se llevan a cabo en paralelo y a las que se desarrollen en el futuro. Que el público crezca y valore los fotolibros es la noticia más esperanzadora de los últimos tiempos. Sabido es lo difícil, y caro si se logra, que resulta hoy conseguir un ejemplar de "El rectángulo en la mano" (1963), o, mucho más cercano en el tiempo, un "Valparaíso" (1991), de Sergio Larraín. Los poseedores de esos ejemplares saben que tienen un tesoro.
En el momento en que escribimos, los libros de color ahuesado están aún en la imprenta, próximos a ser rescatados. La apretada agenda de TM nos obligará a un lanzamiento casi sorpresa. Permanezcan atentos. Trataremos de que sea durante el FIFV. Sería magnífico unir nuestra energía con la de este evento fantástico.

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