Tito, Robinson, Richard, Miguel Ángel, Rita, Milko, Macarena... Tenemos ganas de mencionar sus nombres porque son los primeros en subirse a bordo del nuevo proyecto y ya reservaron su ejemplar de Las novias de Antonio. Alguno de ellos se matriculó incluso con más de uno. A todos ellos les haríamos un monumento, les pondríamos una alfombra roja, les invitaríamos a un pisco sour. O todas las anteriores.
Son, y de eso no tenemos duda, protagonistas indiscutibles de este proyecto y viajan, con singular estilo y envidiable soltura, con una maleta en la mano.
La razón de ser un proyecto editorial de autogestión como el de Ediciones La Visita es conseguir agarrar el vuelo suficiente para que el sueño se mantenga y podamos seguir publicando. El objetivo es doble: hacer libros que merezcan la pena y demostrar que existe un grupo grande de público interesado por buenas publicaciones de fotografía. Y hay mucho talento y muy buena fotografía en Chile que tiene que llegar a las librerías, que está llorando por ser publicada en el formato noble del libro. Con una tripulación así dan ganas de hacerle empeño.
Así que nos preciamos de conocerlos por su nombre y de alegrarnos de que estén ahí y que además respondan con tanto entusiasmo a nuestro llamado. Zaida González, nuestra flamante autora, nos pide, cuando le contamos en un mail que ya hay interesados por el libro, conocer sus nombres. Y hay en la demanda atisbos claros de expresar agradecimiento. Aunque a veces, acostumbrados a los palos cotidianos, no podamos evitar ser incrédulos frente a las buenas noticias.
Se vienen, mientras el centenar de libros de preventa con foto va reduciéndose hacia la meta planteada, algunos de los momentos más intensos de la publicación de un libro. Esta semana se revisarán la pruebas de imprenta para darles el visto bueno y cruzaremos los dedos pidiendo lo que más nos gusta: las industrias, muevan las industrias. Les mantendremos informados. Siéntanse cómodos y disfruten del viaje.
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